viernes, 11 de diciembre de 2015
Cosas que no debes de hacer cuando regañas a un niño
¿Por qué cuesta tanto que los niños hagan caso? Quizás nuestro lenguaje
influye en no conseguir la respuesta esperada . Hoy os compartimos una
reflexión sobre las principales estrategias de comunicación que usamos para que
los niños colaboren .
1.- Reproches y acusaciones.
“¡He vuelto a encontrar huellas por toda la puerta! ¿Por qué tienes que
ensuciarla? Y en cualquier caso, ¿cuántas veces tendré que decirte que
uses el pomo? Tu problema es que no me escuchas.”
2.- Insultos.
“¡Hay que ser un marrano para tener la habitación tan sucia!”
“Hoy estamos bajo cero y tú te pones una chaqueta de entretiempo. ¿Cómo
puedes ser tan memo?¡Mira que llegas a hacer idioteces!”
3.- Amenazas.
“Si no has terminado de vestirte, cuando cuente hasta tres, me iré sin ti.”
4.- Órdenes.
“Quiero que limpies tu habitación ahora mismo”
“Ayúdame a entrar los paquetes. ¡Venga, date prisa!”
5.- Sermones moralizantes.
“¿Te parece bonito lo que has hecho, arrancarme el libro de las manos? Veo
que no has comprendido la importancia de tener buenos modales. Lo que intento
inculcarte es que si pretendes que los demás sean educados contigo, tú a cambio
habrás de ser educado con ellos. No te gustaría que quitasen así tus juguetes,
¿verdad?. Pues procura ser respetuoso con las cosas ajenas.”
6.- Advertencias.
“¡Cuidado, no te quemes!”
“Si no andas con ojo te atropellará un coche.”
“¡No te subas a ese árbol! ¿Es que quieres caerte?”
“Ponte la chaqueta o pillarás un resfriado”
7.- Victimismo.
“Ya veréis cuando tengáis hijos propios. Entonces sabréis lo que es la
crispación”
“¿Ves estas canas? Pues las tengo por tu culpa.”
8.- Comparaciones.
“¿Por qué no te parecerás más a tu hermano? Él siempre acaba sus trabajos
con antelación”
“¿Por qué no vistes como Julio? Va siempre limpio… es un placer mirarle”
9.- Sarcasmos.
“¿Sabías que tienes un control mañana y te has dejado el libro en escuela?
¡Qué espabilado! Es todo un alarde de inteligencia”
“¿Esta es tu letra? Quizá tu profesor sabe leer chino; yo, no”
10.- Profecías.
“Si continúas siendo tan egoísta, nadie querrá jugar contigo. A este paso
vas a quedarte sin amigos”
Está claro que ni los reproches, insultos, amenazas, órdenes, sermones
moralizantes, advertencias, victimismos, comparaciones, sarcasmos o profecías
invitan a colaborar.
Existen alternativas. Hay maneras de hacer que propician la colaboración de
nuestros hijos sin menoscabar su autoestima ni dejarles secuelas de
sentimientos nocivos. Y os damos 5 pistas para conseguirlo
Técnicas de comunicación positiva:
1. DESCRIBIR.
Es difícil actuar correctamente cuando sacan a relucir nuestros defectos.
Es más fácil concentrarse en el problema cuando se limitan a describírnoslo.
Cuando los adultos describen el problema, dan a sus hijos la oportunidad de
entender por sí mismos lo que hay que hacer.
Tendemos muchas veces a usar con nuestro lenguaje generalidades tipo “Todo
está hecho un desastre” cuando lo que nosotros queremos es decir “La habitación
está muy desordenada, la ordenamos”. Las generalidades no son alentadoras,
mientras que si nos ceñimos a los hechos concretos es mucho más fácil
llevar a la acción.
2. DAR INFORMACIÓN
La información es mucho más fácil de aceptar que una acusación. Cuando a los
niños se les da información precisa, los niños suelen saber de un modo automático
cómo han de actuar.
Veamos un ejemplo:
- C.Negativa
” ¿Cuántas veces tendré que decirte que apagues la luz al salir del baño?
- C.Positiva”
La luz del cuarto de baño está encendida”
3. EXPRESARSE SUCINTAMENTE.
Es necesario expresarse con pocas palabras para propiciar la colaboración. Hay contraste
entre una larga parrafada y tres palabras bien dichas, por ejemplo. En este
caso “menos es más”.A los niños les disgustan los discursos, los
sermones y las explicaciones largas. Para ellos, cuanto más breve sea el
recordatorio mucho mejor.
Veamos un ejemplo:
- C.Negativa:
” Niños os he pedido una y otra vez que os pongáis el pijama y lo único
que he conseguido es que os quedéis aquí haciendo el payaso os habéis
comprometido a poneros el pijama antes de ver la televisión y no veo el
menor indicio de que vayáis a cumplir vuestra promesa”
- C.Positiva:
” Niños, los pijamas”
4. COMENTAR LOS PROPIOS SENTIMIENTOS.
Los hijos tienen derecho a conocer los verdaderos sentimientos de los
padres. Al describírselos, seremos honestos si necesidad de herirles. Cuando
más efectivos resultan los adultos es cuando hablan sólo de lo que sienten. Es
importante hablar en primera persona. Es posible colaborar con alguien que
expresa irritación o enfado, siempre que no nos ataque a nosotros.
Veamos un ejemplo:
- C.Negativa:
“Para ya eres un pesado”
- C.Positiva:
“No me gusta que me interrumpas mientras estoy hablando con alguien”
5. ESCRIBIR UNA NOTA.
Algunas veces, nada de lo que digamos será tan concluyente como una frase
escrita.
Veamos un ejemplo:
- Imaginad
que no queréis que los niños vean la televisión hasta que hayan hecho los
deberes, podemos enganchar un post-it en la televisión que ponga: ” ANTES
DE ENCENDERME , PIENSA ” ¿HE TERMINADO LOS DEBERES? “
Suscribirse a:
Entradas (Atom)